Un menor de 15 años y con apenas 16 kilos de peso, murió a causa de una infección que contrajo a raíz de la diabetes que le detectaron a los tres años de edad y sus padres en lugar de tratarlo prefirieron esperar un milagro, por lo que fueron acusados de asesinato en primer grado.

Se trata de Alexandru Radita, quien vivió con diabetes 12 años sin que fuera tratada debidamente a pesar de que sus padres conocían su condición, pero creían que eran mentiras de los médicos y sin importar los resultados de los laboratorios, decían que su hijo no estaba enfermo.

Debido a ello jamás llevaron un control de la enfermedad de su hijo y solo una vez visitó un Hospital, que fue cuando le detectaron la diabetes a los tres años de edad, desde ese entonces Alexandru no salía de su domicilio y tampoco iba a la escuela, ya que estudiaba desde su casa.

Los médicos advirtieron a los padres que el menor debería de llevar un control de sus niveles de glucosa y suministrarle insulina, pero sus progenitores hicieron caso omiso de la advertencia y decidieron no volver a llevar al menor a un médico, optando porque la fe y Dios lo curaría. 

Al momento de su muerte el adolescente pesaba 16 kilos y según los doctores “su rostro parecía no tener carne”, lo que llevó a las autoridades a realizar una investigación del caso, teniendo como resultado la detención de sus padres, quienes prefirieron rezar en lugar de llevarlo a un médico. 

Con información de sdpnoticias.com